Por Jehnaveiv Rogokos
Ser un estudiante de transferencia en cualquier institución superior puede ser una lucha. Puede ser un desafío porque tiene que pasar por grandes cambios, como estar en un campus nuevo, mudarse de casa por primera vez y comprender qué recursos están disponibles. Ya sea un estudiante que se transfiere de una universidad de cuatro años o un colegio comunitario de dos años, es una transición difícil para cualquiera.
Comencé mi experiencia universitaria en UC Santa Cruz. Fue una experiencia muy diferente porque había pasado por muchos cambios al mismo tiempo. Me mudé seis horas lejos de casa, tuve que recorrer una universidad por primera vez, hacer nuevos amigos y más. Aunque fue difícil mi primer año, me sentí más consciente de los recursos que estaban disponibles para mí. Hubo eventos como la “Semana de Bienvenida” que nos mostró lo que necesitábamos saber en el campus. También sentí que vivir en los dormitorios ubicados en una comunidad con otros estudiantes en la misma situación que yo ayudó porque sentí que mis experiencias fueron compartidas con ellos. Mi primer año de universidad fue único porque al final de mi cuatrimestre de invierno nos enviaron a casa debido al brote de COVID-19. Terminé quedándome en casa hasta el final de mi segundo año en la universidad. Sentí que mi tiempo fuera de la UCSC me hizo comprender que esta no era la escuela para mí. Apliqué a UCSB y entré.
Al comienzo de mi tercer año, me mudé de casa una vez más para comenzar mi nuevo viaje en UCSB. Pensé que ya que había estado en un campus de UC antes, sería como mi primer año. Tenía razón acerca de que era como mi primer año. Me sentí como si estuviera de vuelta en el mismo lugar de sentir miedo por todos los cambios como vivir en un lugar nuevo, navegar por un campus nuevo y hacer nuevos amigos. Esta vez fue aún peor porque sentí una sensación de síndrome del impostor y como si no perteneciera. Fue difícil para mí sentir que encajaba hasta que encontré los recursos del campus que me ayudaron a involucrarme.
Diana Arya, profesora asociada de UCSB, compartió conmigo su trayectoria como estudiante transferida. Ella recuerda sentirse emocionada por sus experiencias de transferencia. Se sintió excluida y menos importante en comparación con los estudiantes no transferidos. Se sintió afortunada de estar allí y tuvo que hacer todo lo posible para demostrar que pertenecía. Fue suficientemente desafiante a nivel emocional, pero compartió que también fue difícil para ella académicamente porque no recibió el apoyo que necesitaba. Su transición de un colegio comunitario a una gran institución fue difícil porque perdió la mayoría de los recursos que tenía disponibles antes de la transferencia. En general, compartió que ir a un colegio comunitario la ayudó a convertirse en la académica que es hoy. La confianza que tenía en sí misma la ayudó a superar un momento difícil y navegar por la vida en la universidad.
TRANSFERENCIA DE RECURSOS
Centro de Transferencia de Estudiantes:
Ofrece asesoramiento académico entre pares, trabajo en red entre pares y talleres.
A.S. Alianza de Transferencia:
Se enfoca en crear una comunidad segura y de apoyo para los estudiantes nuevos, activos y transferidos.
Centro de Estudiantes ONDAS (OSC):
ONDAS significa Abriendo Puertas para Acelerar el Éxito. Promueve el éxito de los estudiantes de primera generación a través de tutorías y apoyo académico.
Programa de Oportunidades (EOP):
Brinda apoyo a los estudiantes a través de tutoría, asesoramiento y eventos sociales y culturales. Está destinado a ayudar a estudiantes de bajos ingresos y de primera generación.
Centros de Recursos Culturales:
EOP también patrocina centros de recursos culturales en el campus que crean un ambiente que aprecia la historia, el patrimonio, la educación y el crecimiento.
Clubes y organizaciones en el campus:
Hay una variedad de clubes y organizaciones que se adaptarán a sus pasatiempos e intereses y ayudarán a los estudiantes a mantenerse involucrados en la vida del campus.